La Ermita del Santo Ángel Custodio

Historia y origen de la ermita

Construida a finales del siglo XVII, la Ermita del Santo Ángel Custodio se alza sobre un promontorio que domina el valle. Su arquitectura, de líneas sencillas pero proporcionadas, refleja la devoción popular de la época, cuando los vecinos erigían pequeñas capillas en lugares estratégicos para proteger los caminos y aldeas cercanas.

Arquitectura y elementos destacados

La ermita presenta una planta rectangular con cubrición de teja árabe a dos aguas. En su fachada, un modesto vano de medio punto alberga la puerta de madera original, y sobre él se sitúa un nicho con la imagen del ángel custodio, obra anónima del barroco popular. En el interior, la luz se filtra a través de pequeñas ventanas geminadas, creando un ambiente sereno que invita a la meditación.

La devoción al Santo Ángel Custodio

Cada 2 de octubre, la ermita se llena de fieles que recorren el camino en procesión, portando velas encendidas. La festividad, que combina elementos religiosos y paganos, culmina con una misa al aire libre y la suelta de flores sobre el valle como símbolo de protección y unidad comunitaria.

Cómo llegar y rutas de senderismo

La ermita se ubica a 3 km del casco urbano de la localidad más cercana, accesible en coche por una pista rural asfaltada, o a pie por la ruta señalizada que parte de la plaza mayor. El sendero de 5 km ida y vuelta atraviesa olivares y encinares, con varios miradores naturales que regalan vistas panorámicas.

Recomendaciones para la visita

Se aconseja llevar calzado cómodo, agua y protección solar. El entorno no dispone de puntos de agua potable, por lo que es imprescindible abastecerse previamente. Durante el otoño e invierno, conviene revisar el estado de la pista, ya que las lluvias pueden dificultar el acceso.

Alojamientos cercanos

Consejos finales

La Ermita del Santo Ángel Custodio es más que un monumento; es un testigo del paso del tiempo y de la fe de generaciones. Aprovecha tu visita para recorrer los caminos serranos, saborear la gastronomía local y disfrutar de la tranquilidad del paisaje.